Hablamos con Paco Blázquez, presidente de la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM), sobre la segunda edición consecutiva del CESA en Cataluña, un evento clave tanto para el desarrollo del balonmano en esta comunidad como para todo el país. El campeonato, organizado por la Federación Catalana d’Handbol junto a la RFEBM, no solo es un escaparate para las jóvenes promesas del balonmano, sino también un reflejo del crecimiento y la profesionalización de este deporte a nivel nacional.
Con mejoras significativas en el área de streaming y el uso innovador de la inteligencia artificial para el control y seguimiento de los jugadores, el CESA 2025 se prepara para ser un referente en la organización de competiciones deportivas. Además, el impacto positivo de este torneo no se limita solo al ámbito deportivo, sino que también influye en el desarrollo social y económico de las comunidades que lo albergan.
El CESA 2025 será la segunda edición que la Federación Catalana d’Handbol organiza conjuntamente con la RFEBM. ¿Cómo valora esta colaboración entre ambas instituciones?
R: Siempre valoro a las territoriales, ellas son el pilar fundamental de la RFEBM. Siempre debemos trabajar de la mano en proyectos en común, por el bien del balonmano. Que un campeonato que es titular de la RFEBM se ceda y se comparta la organización con una territorial, compartir vivencias, compartir el desarrollo del evento, y que sea el segundo de forma consecutiva, habla muy bien de la gran gestión de la FCH en cuanto a un torneo de tal magnitud y con tal cantidad de deportistas.
¿Qué novedades o mejoras veremos en el CESA 2025 respecto a ediciones anteriores?
R: Vamos a implementar mejoras. El año pasado no tuvimos tiempo de probar ni desarrollar todo el tema del streaming, y nos dimos cuenta de la carencia haciendo autocrítica al final del evento. De esta manera, nos hemos dado cuenta de lo que tenemos que realizar de cara a este próximo CESA.
Esta edición tenemos un día más de preparación. Este año empezamos el día 3, no tan pegado a Nochevieja, y es una oportunidad importante para poder desarrollar las mejoras del streaming.
Habrá novedades como el desarrollo de la IA por parte de la RFEBM, con un programa específico de control y seguimiento de los jugadores y deportistas. Con todo esto, podemos decir que estamos delante de un grandísimo CESA 2025, organizado por una gran comunidad autónoma que atesora, tiene y disfruta muchísimo del balonmano.
Este torneo reúne a las futuras estrellas del balonmano español. ¿Qué importancia tiene el CESA en el desarrollo de estos jóvenes talentos?
R: Una de las apuestas claras cuando llegué a la presidencia fueron los Campeonatos de España de Selecciones Autonómicas, por lo que significaban y lo que importaba este desarrollo de cara a los deportistas, de cara a los jóvenes, para empezar a disputar torneos en edad de formación.
Es importante por el posicionamiento y la catalogación que se da para el tema de estudios conseguir un éxito de este tipo. Los jóvenes van a estar observados, visualizados y controlados por una cantidad de técnicos relevantes, porque realmente son la semilla de los Hispanos y las Guerreras del futuro.
¿Qué impacto tiene el CESA en las comunidades que acogen el torneo, especialmente en Cataluña, que lo albergará por segunda vez consecutiva?
R: Creo que el impacto es muy positivo, muy grande, tanto económico como social y deportivo. Que esté organizado por la FCH no solo le da poder para luchar y demostrar la potencia que son a nivel organizativo y balonmanístico, sino que también muestra una implicación total en el desarrollo no solo catalán, sino también a nivel nacional. Por ello, nos podemos sentir muy orgullosos de este trabajo, y muy especialmente en todos los aspectos. Con este trabajo que se está haciendo, crece el número de practicantes, en este caso en Cataluña.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los jugadores, entrenadores y aficionados que estarán presentes en el CESA 2025?
R: Creo que el CESA 2025 hay que disfrutarlo, hay que vivirlo, hay que sentirlo, pero no podemos olvidar la educación que se nos ha dado año tras año y generación tras generación. No podemos caer en situaciones de rencillas entre deportistas, ni entrenadores, y en especial entre los padres. Son fiestas, épocas de competitividad, pero sobre todo de deportividad, respetando los valores, respetando nuestro pasado y, sobre todo, trabajando para el futuro y para el presente, para que las nuevas generaciones sigan viendo que es una apuesta clara y que somos un deporte distinto al resto.