¿Cuáles son los objetivos principales de su selección de cara al CESA 2025?
R: Llevamos varios años trabajando arduamente para ser competitivos en todas las competiciones en las que participamos. Somos conscientes de que, como federación pequeña, contamos con pocas licencias y un presupuesto limitado. Sin embargo, llevamos tiempo enfocándonos en mejorar los resultados, y eso se refleja en nuestras últimas participaciones. Hemos logrado competir de manera más ajustada en los partidos, e incluso hemos vencido a selecciones que antes nos superaban claramente. Hoy, cuando otros equipos se enfrentan a La Rioja, ya no es como antes; saben que somos un rival mucho más fuerte.
A pesar de estar en la Copa, nuestro nivel actual es significativamente superior al de años anteriores. Esto se debe al excelente trabajo que se realiza todos los domingos, especialmente gracias al esfuerzo desinteresado de voluntarios que entrenan y apoyan altruistamente. Su dedicación es clave para que sigamos creciendo y mejorando constantemente.
¿Cómo estáis preparando a los jugadores para afrontar un torneo tan competitivo como el CESA?
R:
Comenzamos a trabajar en febrero, entrenando todos los domingos y casi todos los fines de semana. Al ser una federación uniprovincial, esto nos facilita la organización. En verano participamos en torneos para dar sentido a esos entrenamientos y preparar a los jugadores para la competición, ya que nuestra liga no es muy competitiva, y eso se nota.
Este año fuimos al torneo infantil en Cangas, y en julio participamos en el torneo de Paredes (Portugal) con nuestras seis selecciones. Aunque esto coincide en parte con el balonmano playa, intentamos abarcarlo todo. Entre septiembre y octubre retomamos los entrenamientos dominicales y buscamos amistosos contra selecciones provinciales cercanas o clubes.
Este viernes disputamos el Torneo del Ebro, que es rotativo, junto con Cantabria, Navarra y Aragón. Este tipo de encuentros nos permite sumar partidos como selección, lo que resulta clave para preparar mejor al equipo y poder competir en mejores condiciones.
La nueva campaña El balonmano es respeto ha sido muy bien recibida por todas las federaciones. ¿Qué opinión le merece esta iniciativa?
Me parece una campaña extraordinaria porque estamos creciendo como deporte y debemos hacerlo en todos los aspectos. Aunque a menudo observamos conflictos en otros deportes, no podemos olvidar que también nosotros debemos prestar mucha atención a estos temas. Creo que, por el bien de todos, es fundamental educar en valores como el respeto, el compromiso, la lucha, la entrega y la igualdad.
En las federaciones enfrentamos dificultades, ya sea para encontrar entrenadores, árbitros o jugadores y jugadoras que desarrollen ese hábito de esfuerzo y sacrificio. Por eso, considero que es vital dar mucha visibilidad e importancia a estas iniciativas, especialmente en un torneo como este, que reúne a tanta gente y público. Es una gran oportunidad para remar todos en la misma dirección.
Sin duda, será muy interesante y beneficioso para todos. Además, permitirá que las federaciones territoriales aprovechemos esta experiencia para seguir trabajando en estos valores dentro de nuestras competencias. Cada fin de semana nos enfrentamos al desafío de garantizar que los padres respeten a los jugadores, entre ellos mismos, y especialmente a los árbitros, sobre todo a los menores de edad, un aspecto que merece especial atención. En este sentido, me parece un acierto enorme llevar a cabo esta campaña.
El CESA es una gran muestra del trabajo de igualdad que se hace desde el balonmano español, con el 51 selecciones masculinas y 52 femeninas, ¿cómo trabajáis en vuestra federación para alcanzar la igualdad?
Desde hace años, en la junta directiva tenemos muy presente este aspecto y trabajamos para hacerlo realidad. Siempre intentamos involucrar a todos los clubes y, dentro de ellos, a todas las personas, prestando especial atención a las mujeres, ya que suelen enfrentarse a más dificultades.
En el ámbito de los entrenadores, seguimos el mismo enfoque. En los cursos de nivel 1 y nivel 2 que organizamos, nos esforzamos por ofrecerlos a todo el mundo, especialmente a las jugadoras, para animarlas a dar el paso hacia la formación como entrenadoras. Desde el comité de árbitros también trabajamos en esta línea, apoyando a parejas jóvenes y fomentando que perciban esta labor como un espacio donde pueden cumplir todos sus objetivos, recibiendo un trato igualitario.
Estamos acostumbrados a trabajar en el deporte femenino; en mi caso, soy entrenador de la selección juvenil española junto con Cristina. Esto nos ha llevado a dar una importancia real y significativa a la igualdad. No lo hacemos simplemente para cumplir un expediente, sino para asegurar que esta igualdad sea auténtica y efectiva en todos los niveles.
Finalmente, ¿qué papel esperas de tu selección en este CESA 2025?
Espero que seamos capaces de competir al máximo en todas las categorías y de demostrar nuestro trabajo en cada partido. Sabemos cuál es nuestro nivel, pero también somos conscientes de que no acudimos a ningún encuentro con la mentalidad de estar derrotados. Contamos con selecciones que han progresado mucho en los últimos años, y estoy convencido de que podemos dar alguna sorpresa a nuestro nivel.
Aunque todas nuestras selecciones están en Copa, llevamos ya varios años en los que esta última generación ha conseguido victorias importantes frente a selecciones muy potentes. Si todo va bien, podríamos hacer un buen papel este año e incluso luchar por alguna medalla en la Copa, con la esperanza de dar el salto al Campeonato. No es nuestro objetivo principal, pero haremos todo lo posible por lograrlo.
En algunas categorías, nos ha tocado enfrentar a rivales muy fuertes, como Andalucía, que descendió el año pasado. Sin embargo, en el resto tenemos mucho que decir y grandes oportunidades para competir.